hoy te hice el amor en otro hombre, y eso es algo q no suelo hacer (pero ahí estaban en medio las ganas rompiéndolo todo, pujantes, vitales, abriéndose en mi carne...) eran apenas las seis, o sea que la tarde empezaba a caer y la luz, amarilla y fugaz, dejó mi habitación en una penumbra más que exquisita. hacía frío, sólo un poco, lo suficiente como para no echar de menos las ropas, como para desear una desnudez paradisíaca... tres veces alcancé a verte entre las mínimas histerias de unos orgasmos que difícilmente logre olvidar.
y la piel suave, delicada, hirviente... y las manos, y los labios, y todo.
no importa cuán difícil sea, cuánto falte, cuán lejos estés; la tarde tuvo una de esas horas en que nada importa y tienes que haberlo sentido: hoy te amé en otro hombre.
(p.s.: nadie más sabe, ni siquiera tú, ni siquiera el hombre, ni siquiera la tarde... jajajajajaj)
me gusta cuando me acuerdo de ti después de algunas estaciones mientras escucho a frank y me doy cuenta que a pesar de todo solamente eres esto, solamente somos esto. besos nena, recuerda que te debo una orilla.
ResponderEliminarno sé nada, absolutamente, y nada q ver con la hipócrita estatura de sócrates, con ese narcisista deseo de ..., es el alcohol el sueño, la música, no aguanto más, no aguanto, necesito q alguien me pareeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
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