lunes, 19 de diciembre de 2022

(...)

La mujer de mi abuelo no reía

(para no arrugarse, dijo)

Hacía una mueca estúpida

como un rictus

o un desgarro muscular.

Y emitía unos sonidos mustios

como de puerta desvencijada. 

Murió joven, sin una línea de expresión,

ni una carcajada.

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