Hoy tengo una tristeza suave, dulce, negligente casi.
Una tristeza de hospitales rotos
de persianas empolvadas
y parquecitos vacíos.
Una tristeza de carnavales incautados
de calle que masacra sus venas de agua
y amigos por correspondencia.
Una tristeza de gorrión desplumado,
de tejas que rompió el aguacero,
de luna que no pasó de la ventana.
Hoy tengo una tristeza de palabra muerta, inconclusa, airada
Una tristeza de gente que creció demasiado aprisa
de minutos contados
y sueños que se rajan con los buenos días.
Hoy tengo una tristeza así,
de madrugadas en el mar
(a la orilla de la vida)
sin fuerza ni deseo
Una tristeza de puntero roto
y zapatillas sucias
pequeña, cotidiana, incurable.
Una tristeza sin libertad ni esperanza
cómoda, moldeable
sombra de mi sombra
carne de mi carne.
(sabrás q es para ti??? no lo diré. lo juro jajajajajajaj)
las cubanas nunca nunca nunca están tristes, me consta. por cierto, te caen mal las ventanas. de todas maneras tienes voz de niña. y con quien coqueteas tanto? jajaja, te van a negar la visa jajaja
ResponderEliminarpalabras chiquito, pura literatura. juegos de aire y metamorfosis en ese otro personaje que alguna vez nos inventaron jajaja. las ventanas no se ven bien sino a través del alcohol jajajajaj. la voz ya sabes, tú sabes... en cuanto al coqueteo... nada q decir jajaja, hay cosas q no necesitan comentarios, y otras q prefiero no decir. en fin, mientras no me nieguen los besos....
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