La.abuela ha muerto. Un cuerpo sin vida reposa sobre la camilla. Los ojos cerrados, la boca abierta. La abuela nunca fue eso. ¿Quién yace ahí? ¿Quién no nos devuelve la mirada? Voy a echar de menos sus ronquidos y sus regaños. Y esa risa al final, cuando no recordaba que la adulta era ella.
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