ahora
mientras aún quedan palabras para definir
la desesperanza
mientras aún alguien grita
amoldándose a la máscara de sus sueños
y los peces prefieren saltar solos dentro de las redes
y los conejos miran tímidamente el arcabuz
y las palomas se esconden, acurrucándose, en minúsculas piezas de espejitos de mano.
ahora
mientras el agua es quien salva
matándonos
mientras los túneles siguen siendo esos espacios infinitos
donde alguien espera encontrar una luz
y los peces que saltaron se asfixian en su libertad entretejida
y los conejos que murieron se desangran en charquitos de impaciencia
y las palomas reparten su soledad entre abucheos y fragmentos de nitrato de plata.
ahora
ahora mismo
ahora.
jueves, 10 de noviembre de 2011
martes, 1 de noviembre de 2011
acercamientos
1
ven, aún si no me entiendes porque
cómo puedes tú entenderme si no entiendes la naturaleza de la sangre
si no entiendes el rojo
si no entiendes el vuelo de una pluma cayendo al vacío
despojada de su cuerpo de ave.
ven, abrázame
aún si no tienes brazos
(sobre todo si no los tienes)
haz una tu pena con mi risa
tu sed
tu hartazgo
hazlos uno también
con cualquier cromosoma humano, animal
con la sutil esencia de una planta
porque
cómo puedes tú ser uno siquiera contigo
si no eres capaz de fragmentarte, dividirte, marginarte, ser leve
cómo puedes siquiera contar, decir números
palabras
sonidos
cómo puedes siquiera decir que estás vivo, o soñarlo
o estar realmente vivo
si no sabes que la muerte no existe
si no sientes y sabes que no hay muerte posible
que no somos sino polvo de estrellas
materia, energía, vida.
ven, como si el tiempo no existiera
consciente de que no existe
consciente de que existe,
ven,
vamos a aniquilarnos dulcemente
a ser olvido
a participar de las cosas pequeñas que acontecen
en el mundo
a no participar, a no ser
ven desde la nada que eres hasta la nada que serás, húndete en mí
atraviésame
sin rencores, con rencores
sin dolor
siendo la fuente del dolor, la cura del dolor
ven y dime una palabra, un gesto
para que yo también
aún sin decirlo, sin saberlo
sea, vaya, vibre.
porque somos la materia de que todo está compuesto,
aún lo que no es, y no está
y nadie, ni dioses, ni hombres, ni poemas
pueden revocar este segundo en que tu carne y la mía
sean una extensión del universo.
2
la muerte, la quietud, el silencio
la lluvia, el mar, la silueta de una ola.
las horas
el viento
los bostezos.
3
la belleza de un gruñido
en un habitación a oscuras
inhabitada
de un mundo que desconoces
tan profundamente
como si realmente
no existiera.
la belleza de un bailarin
torcido
inválido
incapaz de saltar o girar
salvo sobre sus propias memorias
y tristezas.
la belleza de lo dañado
de las cosas que se pueden desechar
abandonar
dejar en el olvido.
del hombre barbado
añoso
q se ilumina como un niño
ante un caramelo
o un jugete roto.
de esos niños perpetuos
eternos
de ojos rasgados
ante cuya sonrisa
las madres tiemblan, ríen, lloran
y la ciencia enmudece.
4
ven,
salta, juega, juégate
quédate, permanece
niégate
asómbrate
sé una hoja de papel sobre una mesa
vacía
sé la mesa
la palabra
el vacío
la luz
la nada.
5
ahora
siempre
nunca.
desde el cordón umbilical
hasta la soga que habrá de ponerte
suave y definitivamente
entre la tierra y el cansancio de los enterradores.
porque nada es definitivo, y todo es absoluto.
y nada es, también, absoluto.
ven, aún si no me entiendes porque
cómo puedes tú entenderme si no entiendes la naturaleza de la sangre
si no entiendes el rojo
si no entiendes el vuelo de una pluma cayendo al vacío
despojada de su cuerpo de ave.
ven, abrázame
aún si no tienes brazos
(sobre todo si no los tienes)
haz una tu pena con mi risa
tu sed
tu hartazgo
hazlos uno también
con cualquier cromosoma humano, animal
con la sutil esencia de una planta
porque
cómo puedes tú ser uno siquiera contigo
si no eres capaz de fragmentarte, dividirte, marginarte, ser leve
cómo puedes siquiera contar, decir números
palabras
sonidos
cómo puedes siquiera decir que estás vivo, o soñarlo
o estar realmente vivo
si no sabes que la muerte no existe
si no sientes y sabes que no hay muerte posible
que no somos sino polvo de estrellas
materia, energía, vida.
ven, como si el tiempo no existiera
consciente de que no existe
consciente de que existe,
ven,
vamos a aniquilarnos dulcemente
a ser olvido
a participar de las cosas pequeñas que acontecen
en el mundo
a no participar, a no ser
ven desde la nada que eres hasta la nada que serás, húndete en mí
atraviésame
sin rencores, con rencores
sin dolor
siendo la fuente del dolor, la cura del dolor
ven y dime una palabra, un gesto
para que yo también
aún sin decirlo, sin saberlo
sea, vaya, vibre.
porque somos la materia de que todo está compuesto,
aún lo que no es, y no está
y nadie, ni dioses, ni hombres, ni poemas
pueden revocar este segundo en que tu carne y la mía
sean una extensión del universo.
2
la muerte, la quietud, el silencio
la lluvia, el mar, la silueta de una ola.
las horas
el viento
los bostezos.
3
la belleza de un gruñido
en un habitación a oscuras
inhabitada
de un mundo que desconoces
tan profundamente
como si realmente
no existiera.
la belleza de un bailarin
torcido
inválido
incapaz de saltar o girar
salvo sobre sus propias memorias
y tristezas.
la belleza de lo dañado
de las cosas que se pueden desechar
abandonar
dejar en el olvido.
del hombre barbado
añoso
q se ilumina como un niño
ante un caramelo
o un jugete roto.
de esos niños perpetuos
eternos
de ojos rasgados
ante cuya sonrisa
las madres tiemblan, ríen, lloran
y la ciencia enmudece.
4
ven,
salta, juega, juégate
quédate, permanece
niégate
asómbrate
sé una hoja de papel sobre una mesa
vacía
sé la mesa
la palabra
el vacío
la luz
la nada.
5
ahora
siempre
nunca.
desde el cordón umbilical
hasta la soga que habrá de ponerte
suave y definitivamente
entre la tierra y el cansancio de los enterradores.
porque nada es definitivo, y todo es absoluto.
y nada es, también, absoluto.
noviembre
1
la gente quiere poder pagar por lo que haces y dices (un libro, una aspiradora) por lo que sueñas y deseas, quiere que todo tenga una etiqueta con precio, que pueda ser comprado y vendido en el mercado, en una esquina cualquiera, en los callejones.... porque una vez que lo que dices o haces o sueñas tiene precio, no es sino algo más que se puede tener, botar, reemplazar, olvidar.
la gente quiere poseer lo que somos, lo que pensamos o escribimos, manipularlo, enmarcarlo en una página, rellenarlo con plumones amarillos, contaminarlo con su propio deseo insatisfecho. la sociedad humana está demasiado empeñada en disponer de las cosas y de los hombres, dirigida a que todo tenga un fin práctico, funcional, incluso las filosofías y los guías espirituales. nos venden el paraíso, nos lo cambian por buena conducta, por penitencias, por aceptaciones indiscutidas, y nos dan un adelanto en postales, estampitas, sueños de moribundos, mensajes desde el más allá. nos venden la felicidad en piezas pequeñas para que tengamos que pasar la vida comprando las partes hasta armar un rompecabezas sin sentido, para que al final sea preciso sustituir las primeras piezas por otras más nuevas, eficientes, o simplemente vivas. nos venden la educación, el entretenimiento, el amor, las fórmulas para la armonía. nos embotellan la paz, la tranquilidad, la camuflan o la convierten en una máscara antigas y un par de espejuelos para leer mejor.
la gente quiere clasificar, ordenar, caricaturizar al ser humano. quiere apropiarse de lo que cada quien es y sustituirlo por lo que cada quien debe ser, o por lo que alguien quiere que seamos.
cada día que pasa me siento más como un ser humano, menos como un ser social.
2
el desnudo, el sexo, la palabra que se grita aún en su sentido más oscuro no pueden ser obscenos. lo obsceno es la mediocridad, la falta de pensamientos o emociones personales y propias, la aceptación obediente y temerosa. lo obsceno es siempre esa muerte que intentan imponernos como un bozal o un arreo, un premio, un aplauso. la mentira es obscena, la impiedad lo es, el desistimiento a la vida.
3
soy un monstruo. uno hermoso, libre, delicadamente mortal.
4
voy empujando al hombre educado que hay en mí hasta los límites del animal que también hay. cuando hayan coincidido, tal vez sea tiempo de dejar de definirme, tal vez sea el tiempo.
5
mientras más nos empeñamos en mostrar nuestras debilidades, en ser el cordero, más fuerte está en nosotros el lobo. habría que temer a los nobles, a los mansos, a los que lloriquean por las esquinas y nos miran con sus caras desesperadas y sus vidas frágiles. ellos son quienes controlan nuestra capacidad de estar vivos, de reaccionar, de atrevernos.
6
hombres y mujeres no tengo nada que darles. todo cuanto hay en mí ya fue, y es, o será dado y entregado, pero no a cambio de nada, ni siquiera una moneda, una sonrisa, el amor. cuanto tomen de mí será porque yo así lo permito; lo que me cambien por dinero o bienes, o promesas, no es sino muerte, nada, una trampa, una mascarada, una mentira.
7
podemos matar al animal , su cuerpo físico, pero no somos capaces de aniquilar a un solo ser humano. los mayores traidores, los peores de la especie viven aún en nuestra memoria, los libros de historia, y los libros autobiográficos o el cine. me pregunto por qué y para qué alguien se siente en el derecho y la necesidad de matar a un animal si no es su intención comérselo. me pregunto cómo es posible la pena de muerte si no somos caníbales.
8
en la mayoría de los hombres el concepto de libertad está signado por la suma de las pequeñas prohibiciones que ha tenido que soportar durante su crecimiento. la libertad es, para muchos, un bien material, algo que puede conquistarse. pero no hay libertad en los fragmentos de una existencia.
9
soy libre, y soy feliz, y nadie más tiene absolutamente nada que ver con ello.
11
un hombre con una cuchillo en su pantalón, un chico con una granada en su mano, un presidente con un arsenal nuclear, una madre con su cinto, un padre con su reproche, un niño con un tirapiedras: seres humanos iguales en su odio y su violencia, da igual la razón, da igual el fin.
la gente quiere poder pagar por lo que haces y dices (un libro, una aspiradora) por lo que sueñas y deseas, quiere que todo tenga una etiqueta con precio, que pueda ser comprado y vendido en el mercado, en una esquina cualquiera, en los callejones.... porque una vez que lo que dices o haces o sueñas tiene precio, no es sino algo más que se puede tener, botar, reemplazar, olvidar.
la gente quiere poseer lo que somos, lo que pensamos o escribimos, manipularlo, enmarcarlo en una página, rellenarlo con plumones amarillos, contaminarlo con su propio deseo insatisfecho. la sociedad humana está demasiado empeñada en disponer de las cosas y de los hombres, dirigida a que todo tenga un fin práctico, funcional, incluso las filosofías y los guías espirituales. nos venden el paraíso, nos lo cambian por buena conducta, por penitencias, por aceptaciones indiscutidas, y nos dan un adelanto en postales, estampitas, sueños de moribundos, mensajes desde el más allá. nos venden la felicidad en piezas pequeñas para que tengamos que pasar la vida comprando las partes hasta armar un rompecabezas sin sentido, para que al final sea preciso sustituir las primeras piezas por otras más nuevas, eficientes, o simplemente vivas. nos venden la educación, el entretenimiento, el amor, las fórmulas para la armonía. nos embotellan la paz, la tranquilidad, la camuflan o la convierten en una máscara antigas y un par de espejuelos para leer mejor.
la gente quiere clasificar, ordenar, caricaturizar al ser humano. quiere apropiarse de lo que cada quien es y sustituirlo por lo que cada quien debe ser, o por lo que alguien quiere que seamos.
cada día que pasa me siento más como un ser humano, menos como un ser social.
2
el desnudo, el sexo, la palabra que se grita aún en su sentido más oscuro no pueden ser obscenos. lo obsceno es la mediocridad, la falta de pensamientos o emociones personales y propias, la aceptación obediente y temerosa. lo obsceno es siempre esa muerte que intentan imponernos como un bozal o un arreo, un premio, un aplauso. la mentira es obscena, la impiedad lo es, el desistimiento a la vida.
3
soy un monstruo. uno hermoso, libre, delicadamente mortal.
4
voy empujando al hombre educado que hay en mí hasta los límites del animal que también hay. cuando hayan coincidido, tal vez sea tiempo de dejar de definirme, tal vez sea el tiempo.
5
mientras más nos empeñamos en mostrar nuestras debilidades, en ser el cordero, más fuerte está en nosotros el lobo. habría que temer a los nobles, a los mansos, a los que lloriquean por las esquinas y nos miran con sus caras desesperadas y sus vidas frágiles. ellos son quienes controlan nuestra capacidad de estar vivos, de reaccionar, de atrevernos.
6
hombres y mujeres no tengo nada que darles. todo cuanto hay en mí ya fue, y es, o será dado y entregado, pero no a cambio de nada, ni siquiera una moneda, una sonrisa, el amor. cuanto tomen de mí será porque yo así lo permito; lo que me cambien por dinero o bienes, o promesas, no es sino muerte, nada, una trampa, una mascarada, una mentira.
7
podemos matar al animal , su cuerpo físico, pero no somos capaces de aniquilar a un solo ser humano. los mayores traidores, los peores de la especie viven aún en nuestra memoria, los libros de historia, y los libros autobiográficos o el cine. me pregunto por qué y para qué alguien se siente en el derecho y la necesidad de matar a un animal si no es su intención comérselo. me pregunto cómo es posible la pena de muerte si no somos caníbales.
8
en la mayoría de los hombres el concepto de libertad está signado por la suma de las pequeñas prohibiciones que ha tenido que soportar durante su crecimiento. la libertad es, para muchos, un bien material, algo que puede conquistarse. pero no hay libertad en los fragmentos de una existencia.
9
soy libre, y soy feliz, y nadie más tiene absolutamente nada que ver con ello.
11
un hombre con una cuchillo en su pantalón, un chico con una granada en su mano, un presidente con un arsenal nuclear, una madre con su cinto, un padre con su reproche, un niño con un tirapiedras: seres humanos iguales en su odio y su violencia, da igual la razón, da igual el fin.
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