martes, 15 de junio de 2010

primera vez

la primera vez que tuve sexo fue a los dieciocho años. (era verano y descansaba sobre el piso verdecido de una nave industrial). antes de eso sólo había sido un extraño ejercicio de hombres entrando y saliendo de mi cuerpo en una transformación de lleno a vacío, a nada, a gato de alicia, a piel seca de serpiente que es preciso desprender del propio cuerpo contra alguna roca o mueble para que al fin nos libere y volvamos a respirar. pero aquella vez fue más una sensación de que todo empezaba a tener sentido y que el experimento llegaba a su fin. después- sobre todo cuando me hartaba de las patéticas y abruptas demostraciones de amor y placer que algunos te profesan y dicen regalarte como si se tratase de un tesoro tan infantil como innecesario y entraba en esa fase cataléptica que te permite observar todo, incluido el propio acto de copulación, desde la feliz distancia de la indiferencia- volví a jugar a esa especie de gimnasia reproductora que tan afín resulta al objetivo de estudiar a los ejemplares masculinos, analizarlos como a ratas de laboratorio, definir y guardar en la memoria cada rasgo o expresión, cada gesto, cada palabra, y archivarlos en esa gigantesca base de datos en la que cada hombre futuro encontraría clasificación y límite. (...)

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