domingo, 22 de noviembre de 2020

Cuba

la isla se vuelve éter. . no podría decir que se desmorona porque para ello debía ser al menos una pieza diminuta, y hace años que no somos salvo un rastro de migas. la isla encuentra su geografía más allá del álgebra y las palabras, y suspira.  lo que no se escucha es el quejido de los más débiles, el rumor apagado de quienes no tienen fuerzas para agarrar lo que queda de isla antes que se pierda para siempre. la isla vuela como vuelan las plumas de las aves cuando se desprenden del cuerpo, y flota con la ligereza de lo que ya no es vivo. ¿qué va a ser ahora de la memoria y de la esperanza?: nada... el reino de las ilusiones sólo es posible en medio de la vida, no cabe entre los muertos y no existe para quienes no han nacido. ¿qué va a ser ahora del tiempo que dejamos transcurrir hasta este desvanecimiento?: nada... el aliento de un cuerpo no se extiende más allá de la forma física que lo produce.. la isla se evapora, se vuelve nube, agua, gota de rocío que se afana en conocer al sol. y mientras, el pregón del panadero sobrevive cono un eco en medio del silencio de la madrugada, y sobre su colchón de guata algún viejo acomoda sus huesos esperando el día. cuando amanezca, habremos abandonado otra vez el sueño para adentrarnos en esta aquiescente pesadilla. ..