No sabíamos cómo
mirarnos sin mirarnos
a los ojos,
no sabíamos vislumbrar otro segundo
más allá de los sueros
las pastillas, el desvelo.
Temerosos, dóciles, frágiles casi
buscábamos un sitio donde posar
la vista,
donde acordarnos de otra cosa
otras palabras
otros gestos.
Pero el cielo había parado de girar
y bajo las constelaciones
había ojos en las manos,
en los tobillos,
a la espalda,
en las huellas con que los pies descalzos
surcan
como patos salvajes,
el piso recién baldeado
de la cocina.
No sabíamos más que morirnos
también
al ritmo insoportable de sus
respiraciones.
Gyate, gyate, hara gyatei
hara so gyate
bo hi so wa ka 🙏 🐾
😽😀😻😼