sábado, 22 de junio de 2019

(a jose, que se fue sin decirnos)

con los ojos abiertos (contra la pared)
el amigo maldice
escupe, se queja
arrastra en su delirio la sábana
vuelca el orinal
sumerge la toalla en el hilo
dorado de la orina,
muerde con sus dientes
cariados
la cama de metal
los dedos del cirujano que hurga
impaciente
en los bordes violáceos
del hueco en la muñeca.
con los ojos desorbitados
por el dolor
el alcohol
los calmantes
los años de miseria y poesía,
el amigo reniega
blasfema
se rasca la cabeza y corre
horrorizándonos (sería mucho mejor despavoriéndonos)
con el trocar del suero al viento
como una cometa.
lo vemos, aburridos
hartos de la telenovela
contando los minutos
listos para regresar a la ciudad,
la cena,
la ducha caliente
y los orgasmos.
con los ojos repletos
de tristeza
nos ve partir
abandonarlo
suspirar aliviados
ser felices.
quién iba a saber
que en unas horas
habría de estar muerto.

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